DISCURSO DEL SEÑOR GENERAL DE BRIGADA JUAN SARMIENTO LOPEZ, CON OCASIÓN DEL DÍA DE “SANTA BÁRBARA”: PATRONA DE LOS ARTILLEROS
DISTINGUIDOS LEGIONARIOS DAMAS Y CABALLEROS
Bajo la atenta mirada de la imagen que perenniza la presencia del Crl. José Joaquín Inclan, patrono de nuestra arma, nos encontramos reunidos esta mañana, para celebrar el sexagesimo Quinto LXV Aniversario con motivo del día de “Santa Bárbara, patrona de los artilleros.
Nuestra historia como artilleros, esta moldeada en las acciones de importantes hechos heroicos, sucedidos a lo largo de nuestra historia y que han nacido bajo el amparo del más puro sentimiento patriótico y cumplimiento del deber, con sacrificio de sus vidas por nuestra patria.
Nuestra querida arma no solo destaca por su glorias obtenidas y no solo hablamos de la historia, sino también de valores, principios y tradiciones, que son el sustento de nuestra identidad como artilleros y conforman el intangible de nuestra tradición guerrera.
Este acto, de rendir un homenaje a la mujer-diosa, Santa Bárbara, es un deber espiritual de todo artillero, porque los soldados del vivo rojo, somos depositarios de nuestras tradiciones y de la devoción religiosa a nuestra Santa Patrona.
Y en este homenaje, también expresamos nuestro tributo de respetuosa admiración a los artilleros del peru de todos los tiempos, a quienes debemos formación de hombres de bien, y en él incluyo con especial afecto a aquellos que se fueron para siempre y quienes jamás deben ser olvidados.
A continuación, haré una breve reseña histórica de la vida de Santa Bárbara. Según la tradición, nuestra patrona, virgen y mártir, nació en anatolia (actual Turquía) a comienzos del siglo iii, de joven se convirtió al cristianismo por lo que fue encerrada en su castillo por su padre llamado Dióscoro, quien era pagano y trató de forzar a su hija a que se incline por la apostasía,
Bárbara se negó a seguir éstas creencias y, en cambio, prefirió convertirse al cristianismo, lo que encendió la ira de su progenitor y provocó que la encerrara en una torre. Fue un sacerdote quien, haciéndose pasar por médico, la bautizó y le enseñó la doctrina cristiana mientras se encontraba enclaustrada.
Cabe destacar que, para expresar su fe, bárbara mandó a instalar una tercera ventana en la torre, que simbolizara la santísima trinidad.
Dióscoro hizo miles de intentos para hacer cambiar a su hija de opinión, pero al no conseguirlo, la condenó a toda clase de maltratos y torturas hasta terminar decapitándola personalmente,
Luego de haber finalizado el horrendo crimen Dióscoro comenzó a bajar de la montaña y en el camino, en castigo a su maldad, fue fulminado por un rayo que descendió de los cielos, cual fuego celestial.
A causa de ésta desdicha, Santa Bárbara fue invocada por los primeros cristianos como protectora sobre los relámpagos, rayos y fuegos; años después con el descubrimiento de la pólvora y los cañones, los artilleros la adoptaron como su patrona, pues los efectos que producían los cañones eran como los relámpagos del cielo.
La primera referencia a la devoción y culto público a Santa Bárbara en el mundo se da en España en el año 1248 y se refiere a la conquista de alicante y su castillo por don Alfonso - más tarde Alfonso X el sabio - el día 4 de diciembre de dicho año.
Casi desde el nacimiento de la artillería medieval y probablemente por la intervención del rayo destructor en el relato de su martirio, los artilleros europeos se acogieron al patronazgo de Santa Bárbara, como se demuestra en un documento del año 1431 en el que especifica que las compañías de artillería francesas se constituían bajo el amparo de ésta santa.
Su festividad se celebra el día 4 de diciembre a pesar de que fue jubilada del santoral católico en el año 1969 por el concilio vaticano II, al considerar que no había suficientes pruebas documentales que justificaran su hoja de servicios como tal.
Pero, la realidad que representan la tradición y la fe inmutable de la cristiandad, es Santa Bárbara una de las santas cristianas más universales y populares, tanto entre los católicos, como entre los ortodoxos y ello se aprecia, entre otras razones, por la advocación de numerosas profesiones que se acogen a su patronazgo, a nivel mundial.
Como reconocimiento a nuestra patrona “Santa Bárbara” los primeros líderes de la escuela de artillería, tuvieron la visión de lograr la capacidad profesional de los oficiales estableciendo para ello la prueba de eficiencia para unidades de artillería de campaña “Santa Bárbara”.
Es así que el Crl. del Ejército americano Clayde Mc Bride, del arma de artillería, en el año 1948 siendo asesor de la Escuela de Artillería, en técnica y táctica del arma, formuló los “test de grupo y batería”, para verificar el nivel de instrucción y entrenamiento de las unidades, fijando las metas precisas que debían alcanzar los grupos, en los diferentes períodos, instaurandose la prueba de eficiencia “Santa Bárbara”, en el año 1950.
Posteriormente a partir del año 1985 hasta 1991, la Escuela de Artillería evaluó a los grupos de artillería de campaña, con la prueba de eficiencia “Santa Bárbara”. A partir del año 1992, se suspendió la mencionada prueba, debido a la lucha contra el terrorismo que afrontaba el país.
En el año 2006, la Escuela de Artillería retoma la prueba, desarrollándose la competencia en dos fases: la primera a cargo de las brigadas de artillería de campaña y la segunda a cargo de la Escuela de Artillería, quien realiza la evaluación de los ganadores de la primera fase y determina el ganador a nivel nacional.
Ésta prueba, ha permitido verificar el nivel de instrucción y entrenamiento de las unidades de artillería de campaña, a nivel nacional, logrando el permanente entrenamiento del personal militar y la capacidad operativa de las unidades.
Ésta prueba histórica y de gran importancia, es ejemplo para todas las armas, en la que se valora la operatividad del material, el planeamiento, el apresto, el reconocimiento, la ocupación de posiciones y la ejecución del tiro real, así como el conocimiento técnico y táctico de los oficiales, y los aportes e innovaciones a la doctrina.
Todo esto hace posible que nuestra artillería esté constantemente entrenada y preparada. Y como justo reconocimiento, la unidad de artillería que obtiene el primer puesto en la prueba de eficiencia, se hace acreedor del trofeo “Santa Bàrbara”, este premio es entregado en la escuela de artillería en una ceremonia especial y, a una felicitación en la orden general del ejército.
Asimismo, se ha instituido el cintillo “Santa Bárbara” que orgullosos llevaran en sus pechos aquellos oficiales y suboficiales que tuvieron el honor de ganarla.
Señores legionarios
Nuestro emocionado homenaje a la patrona de los artilleros, saber que somos herederos de ésta tradición, nos eleva el espíritu y nos anima como viejos guerreros a expresar nuestra absoluta confianza en las generaciones de jóvenes artilleros, quienes sabrán mantener y engrandecer nuestras heroicas y gloriosas tradiciones.
Nuestros sentimientos de respeto y admiración a todas las corporaciones de oficiales, que con esfuerzo y dedicación han ganado el trofeo “Santa Bárbara” y reciban el perenne recuerdo de todas las generaciones de artilleros.
Exhorto a las promociones actuales y futuras del vivo rojo, para que continúen profundizando su entrenamiento, trabajando con tesón y perseverancia y estudiando con ahínco por el progreso de nuestra gloriosa arma en ésta época en que el avance de la ciencia y tecnología es tan rápido y efectivo.
En esta ceremonia, me permito recomendar al Consejo Directivo de la Legión de Artillería:
Que en la sala de honor se implemente una galería de las unidades de artillería de campaña ganadoras de la prueba de eficiencia “Santa Bárbara” con la finalidad de incentivar el espíritu de superación del artillero y conservar la tradición de nuestra arma en un ambiente cálido de recuerdos.
Señores Legionarios
No me cabe ni la más mínima duda de que la calidad moral, espiritual y profesional de los oficiales de artillería, será la fortaleza inagotable que posibilite mantener en alto el prestigio de nuestra arma.
El ejemplar legado que recibimos de nuestro patrono el Coronel José Joaquín Inclan, debe ser la única motivación que debe iluminar nuestra actitud presente y es la mejor herencia que podemos dejar a las generaciones venideras.
Para finalizar este homenaje a nuestra patrona, invoquemos diciendo la siguiente oración:
“Señor, que diste a Santa Bárbara una increíble fortaleza para soportar los mayores ultrajes y tormentos, por ser fiel a ti, te pedimos que, como ella, nosotros seamos fuertes en la adversidad y humildes en la prosperidad, para alcanzar la eterna bienaventuranza.
Que Santa Bárbara nos proteja, bendiga y nos acompañe hasta el momento que nos reunamos con nuestros antecesores, que ya se encuentran prestando servicios en la batería del silencio.
¡VIVA SANTA BÁRBARA!
¡VIVA LA ARTILLERÍA!
Bajo la atenta mirada de la imagen que perenniza la presencia del Crl. José Joaquín Inclan, patrono de nuestra arma, nos encontramos reunidos esta mañana, para celebrar el sexagesimo Quinto LXV Aniversario con motivo del día de “Santa Bárbara, patrona de los artilleros.
Nuestra historia como artilleros, esta moldeada en las acciones de importantes hechos heroicos, sucedidos a lo largo de nuestra historia y que han nacido bajo el amparo del más puro sentimiento patriótico y cumplimiento del deber, con sacrificio de sus vidas por nuestra patria.
Nuestra querida arma no solo destaca por su glorias obtenidas y no solo hablamos de la historia, sino también de valores, principios y tradiciones, que son el sustento de nuestra identidad como artilleros y conforman el intangible de nuestra tradición guerrera.
Este acto, de rendir un homenaje a la mujer-diosa, Santa Bárbara, es un deber espiritual de todo artillero, porque los soldados del vivo rojo, somos depositarios de nuestras tradiciones y de la devoción religiosa a nuestra Santa Patrona.
Y en este homenaje, también expresamos nuestro tributo de respetuosa admiración a los artilleros del peru de todos los tiempos, a quienes debemos formación de hombres de bien, y en él incluyo con especial afecto a aquellos que se fueron para siempre y quienes jamás deben ser olvidados.
A continuación, haré una breve reseña histórica de la vida de Santa Bárbara. Según la tradición, nuestra patrona, virgen y mártir, nació en anatolia (actual Turquía) a comienzos del siglo iii, de joven se convirtió al cristianismo por lo que fue encerrada en su castillo por su padre llamado Dióscoro, quien era pagano y trató de forzar a su hija a que se incline por la apostasía,
Bárbara se negó a seguir éstas creencias y, en cambio, prefirió convertirse al cristianismo, lo que encendió la ira de su progenitor y provocó que la encerrara en una torre. Fue un sacerdote quien, haciéndose pasar por médico, la bautizó y le enseñó la doctrina cristiana mientras se encontraba enclaustrada.
Cabe destacar que, para expresar su fe, bárbara mandó a instalar una tercera ventana en la torre, que simbolizara la santísima trinidad.
Dióscoro hizo miles de intentos para hacer cambiar a su hija de opinión, pero al no conseguirlo, la condenó a toda clase de maltratos y torturas hasta terminar decapitándola personalmente,
Luego de haber finalizado el horrendo crimen Dióscoro comenzó a bajar de la montaña y en el camino, en castigo a su maldad, fue fulminado por un rayo que descendió de los cielos, cual fuego celestial.
A causa de ésta desdicha, Santa Bárbara fue invocada por los primeros cristianos como protectora sobre los relámpagos, rayos y fuegos; años después con el descubrimiento de la pólvora y los cañones, los artilleros la adoptaron como su patrona, pues los efectos que producían los cañones eran como los relámpagos del cielo.
La primera referencia a la devoción y culto público a Santa Bárbara en el mundo se da en España en el año 1248 y se refiere a la conquista de alicante y su castillo por don Alfonso - más tarde Alfonso X el sabio - el día 4 de diciembre de dicho año.
Casi desde el nacimiento de la artillería medieval y probablemente por la intervención del rayo destructor en el relato de su martirio, los artilleros europeos se acogieron al patronazgo de Santa Bárbara, como se demuestra en un documento del año 1431 en el que especifica que las compañías de artillería francesas se constituían bajo el amparo de ésta santa.
Su festividad se celebra el día 4 de diciembre a pesar de que fue jubilada del santoral católico en el año 1969 por el concilio vaticano II, al considerar que no había suficientes pruebas documentales que justificaran su hoja de servicios como tal.
Pero, la realidad que representan la tradición y la fe inmutable de la cristiandad, es Santa Bárbara una de las santas cristianas más universales y populares, tanto entre los católicos, como entre los ortodoxos y ello se aprecia, entre otras razones, por la advocación de numerosas profesiones que se acogen a su patronazgo, a nivel mundial.
Como reconocimiento a nuestra patrona “Santa Bárbara” los primeros líderes de la escuela de artillería, tuvieron la visión de lograr la capacidad profesional de los oficiales estableciendo para ello la prueba de eficiencia para unidades de artillería de campaña “Santa Bárbara”.
Es así que el Crl. del Ejército americano Clayde Mc Bride, del arma de artillería, en el año 1948 siendo asesor de la Escuela de Artillería, en técnica y táctica del arma, formuló los “test de grupo y batería”, para verificar el nivel de instrucción y entrenamiento de las unidades, fijando las metas precisas que debían alcanzar los grupos, en los diferentes períodos, instaurandose la prueba de eficiencia “Santa Bárbara”, en el año 1950.
Posteriormente a partir del año 1985 hasta 1991, la Escuela de Artillería evaluó a los grupos de artillería de campaña, con la prueba de eficiencia “Santa Bárbara”. A partir del año 1992, se suspendió la mencionada prueba, debido a la lucha contra el terrorismo que afrontaba el país.
En el año 2006, la Escuela de Artillería retoma la prueba, desarrollándose la competencia en dos fases: la primera a cargo de las brigadas de artillería de campaña y la segunda a cargo de la Escuela de Artillería, quien realiza la evaluación de los ganadores de la primera fase y determina el ganador a nivel nacional.
Ésta prueba, ha permitido verificar el nivel de instrucción y entrenamiento de las unidades de artillería de campaña, a nivel nacional, logrando el permanente entrenamiento del personal militar y la capacidad operativa de las unidades.
Ésta prueba histórica y de gran importancia, es ejemplo para todas las armas, en la que se valora la operatividad del material, el planeamiento, el apresto, el reconocimiento, la ocupación de posiciones y la ejecución del tiro real, así como el conocimiento técnico y táctico de los oficiales, y los aportes e innovaciones a la doctrina.
Todo esto hace posible que nuestra artillería esté constantemente entrenada y preparada. Y como justo reconocimiento, la unidad de artillería que obtiene el primer puesto en la prueba de eficiencia, se hace acreedor del trofeo “Santa Bàrbara”, este premio es entregado en la escuela de artillería en una ceremonia especial y, a una felicitación en la orden general del ejército.
Asimismo, se ha instituido el cintillo “Santa Bárbara” que orgullosos llevaran en sus pechos aquellos oficiales y suboficiales que tuvieron el honor de ganarla.
Señores legionarios
Nuestro emocionado homenaje a la patrona de los artilleros, saber que somos herederos de ésta tradición, nos eleva el espíritu y nos anima como viejos guerreros a expresar nuestra absoluta confianza en las generaciones de jóvenes artilleros, quienes sabrán mantener y engrandecer nuestras heroicas y gloriosas tradiciones.
Nuestros sentimientos de respeto y admiración a todas las corporaciones de oficiales, que con esfuerzo y dedicación han ganado el trofeo “Santa Bárbara” y reciban el perenne recuerdo de todas las generaciones de artilleros.
Exhorto a las promociones actuales y futuras del vivo rojo, para que continúen profundizando su entrenamiento, trabajando con tesón y perseverancia y estudiando con ahínco por el progreso de nuestra gloriosa arma en ésta época en que el avance de la ciencia y tecnología es tan rápido y efectivo.
En esta ceremonia, me permito recomendar al Consejo Directivo de la Legión de Artillería:
Que en la sala de honor se implemente una galería de las unidades de artillería de campaña ganadoras de la prueba de eficiencia “Santa Bárbara” con la finalidad de incentivar el espíritu de superación del artillero y conservar la tradición de nuestra arma en un ambiente cálido de recuerdos.
Señores Legionarios
No me cabe ni la más mínima duda de que la calidad moral, espiritual y profesional de los oficiales de artillería, será la fortaleza inagotable que posibilite mantener en alto el prestigio de nuestra arma.
El ejemplar legado que recibimos de nuestro patrono el Coronel José Joaquín Inclan, debe ser la única motivación que debe iluminar nuestra actitud presente y es la mejor herencia que podemos dejar a las generaciones venideras.
Para finalizar este homenaje a nuestra patrona, invoquemos diciendo la siguiente oración:
“Señor, que diste a Santa Bárbara una increíble fortaleza para soportar los mayores ultrajes y tormentos, por ser fiel a ti, te pedimos que, como ella, nosotros seamos fuertes en la adversidad y humildes en la prosperidad, para alcanzar la eterna bienaventuranza.
Que Santa Bárbara nos proteja, bendiga y nos acompañe hasta el momento que nos reunamos con nuestros antecesores, que ya se encuentran prestando servicios en la batería del silencio.
¡VIVA LA ARTILLERÍA!
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