DISCURSO DEL SEÑOR CORONEL SANDOR TAMAYO AMPUERO, CON MOTIVO DE LA SESION SOLEMNE EN HOMENAJE A LA ARTILLERÍA PERÚANA
Sean mis primeras palabras para agradecer el honroso encargo del consejo directivo de la legión de artillería del Perú, para hacer uso de la palabra, en esta trascendental ceremonia, en la que rendimos un merecido homenaje a los Vencedores del dos de mayo de 1866; y celebramos con orgullo, el dia jubilar de nuestra arma de artillería.
El motivo principal que hoy nos convoca, es el de trasmitir, un mensaje de patriotismo, mediante el recuerdo de las valerosas acciones de los bravos artilleros, que con su valor y sacrificio marcaron un importante hito, escribiendo una de las páginas más gloriosas de nuestra historia, al derrotar a las fuerzas enemigas españolas, que pretendían recuperar la colonia, que perdieron en las batallas de Junín y Ayacucho.
En un breve relato y análisis histórico de los hechos, es preciso señalar que, en los días previos al combate, la población estaba indignada, y protestaba por el pago que había aceptado realizar el presidente Pezet, al reino de España, como indemnización por los conocidos incidentes de la hacienda Talambo; actitud que demostraba una absoluta incapacidad política y entreguismo.
Esta situación que causo el repudio de todos los Perúanos; motivó a que el coronel mariano Ignacio Prado, por entonces prefecto de Arequipa, organizara el movimiento “Por la soberanía y dignidad nacional”, y con el apoyo de todos los pueblos, derroco a Pezet, asumió la presidencia, desconoció el pago reclamado por España y se hizo cargo personalmente de la defensa de la patria.
Otro motivo de protesta e indignación por parte de la población fue, cuando el jefe de la escuadra española, amenazo con bombardear el callao. Es en estas circunstancias que el coronel Jose Galvez Egusquiza, quien se desempeñaba como Secretario de Guerra y Marina, asumió la dirección de la defensa del puerto del Callao y organizó una serie de baterías emplazadas de norte a sur, situando los endebles y escasos barcos de guerra al centro del dispositivo. Al mismo tiempo, lejos de amilanarse ante esta cobarde amenaza, la población de lima y el callao se puso de pie, protagonizando la más grande demostración cívico patriótica, de un pueblo, que viendo peligrar su libertad, su dignidad y la soberanía de la patria, se mostró dispuesto a defenderlas, es asi, que hombres, mujeres, empresarios, trabajadores y pobladores de toda condición social, acudieron prestos a colaborar con su ejército defensor.
En esta gesta, se reconoció el liderazgo Perúano y la solidaridad de la región sudamericana ante una amenaza común; por la reacción y muestras de apoyo efectivo, de países como Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Ecuador, que compartían el peligro de perder su libertad y volver a ser colonias de España. Al medio día del 2 de mayo de 1866, se dio inicio al combate, con un con un disparo de la fragata española “Numancia”, seguido del fuego mortal de sus trecientos cañones sobre nuestras precarias defensas, que apenas contaban con cincuenta piezas de artillería. En este desigual combate, el enemigo tenía la fuerza y poder de sus cañones, pero a los defensores de la plaza, les asistía la fuerza de la razón y la justicia, fueron cinco horas de cruento combate, materializado en un impresionante duelo de artillería, en el cual bajo el estruendo de los cañones y el olor al humo de la pólvora, el Crl Jose Galvez se inmortalizó, elevándose a la gloria por la explosión de la torre de la merced, ocasionada por una granada enemiga.
A las cinco de la tarde, todo había terminado, y la escuadra española, aceptando su derrota, comenzó a retirarse de la bahia del Callao, para no regresar jamás. En esta épica jornada, la victoria, fue el epilogo de la lucha por la independencia, no solamente del Perú sino de la América entera.
Posteriormente, como un homenaje, al sacrificio y valor de aquellos bravos artilleros se instituyó el dos de mayo, como el “dia de la artillería del Ejército del Perú”, designándose al Coronel Jose Joaquin Inclan como su patrono.
Señores:
Cada año, cuando nos congregamos para rendir homenaje a los defensores del puerto del callao, nos sentimos invadidos por una gran emoción, que aviva nuestro sentimiento patriótico, nos impulsa y compromete a seguir el digno ejemplo de aquellos valientes artilleros, que no dudaron en ofrendar su vida en defensa de los sagrados intereses de la patria; pero también, nos invita a reflexionar sobre lo que paso después de esta victoria.
Es en este contexto que, aplicando el pensamiento crítico, y reflexivo debemos analizar si todo el esfuerzo y sacrificio demostrado, fue realmente valorado y reconocido por el pueblo y las generaciones que los sucedieron hasta la fecha, si estábamos preparados políticamente para conducir nuestro propio destino y si los gobernantes que hemos tenido, han hecho buen uso de la libertad. Una interrogante que me viene a la mente es ¿Cómo es posible que el ejército, después de haber tenido el apoyo del pueblo Perúano y apoyo solidario de la región, para vencer a un enemigo que tenía superioridad de fuerza?, apenas catorce años despues, perdimos la guerra del pacifico, la respuesta tal vez nos cause indignación.
A la luz de la historia tenemos algunas respuestas.
Sucedió que por la inestabilidad política de la época, y permanente crisis económica, habían continuas sublevaciones, y luchas internas por el poder, en gobiernos de muy poca duración en los que los gobernantes estaban empeñados en usar las fuerzas, para evitar ser derrocados. Es así, que en los años previos a la Guerra del Pacifico, el presidente Manuel Pardo y Lavalle tuvo la nefasta decisión política, de reducir nuestro ejército de línea a menos de 3,000 efectivos que fueron empleados para develar los 35 levantamientos que hubieron contra su gobierno; así mismo, por la crisis económica, redujo las compras de armamento y anuló las compras de dos naves blindadas; afirmando que no eran necesarias porque tenía dos poderosos blindados y ellos eran su alianza secreta con Bolivia y la Argentina, es decir degradó a su mínima expresión nuestra capacidad para la defensa nacional; mientras que chile realizaba una carrera armamentista con miras a llevar adelante su política expansionista.
Otra nefasta decisión política que contribuyó, a perder la batalla de Arica estando en plena guerra con chile, fue la cuestionable decisión, del presidente Mariano Ignacio Prado, que viajo a Europa, para agilizar la adquisición de unidades navales, Atribuyéndosele el haberse llevado el dinero, que había sido reunido mediante colecta popular para tal fin; dejando como presidente provisorio al anciano general Luis La Puerta.
Esta situación fue aprovechada por Nicolás de Piérola para rebelarse y autoproclamarse presidente, en plena campaña contra el vecino del sur, Piérola fue conocido como permanente conspirador, que vivió muchos años en chile; tenia rivalidad con el jefe del ejército del sur, contralmirante Lizardo Montero, por haberlo derrotado en uno de sus tantos levantamientos, esta rivalidad política, hizo que en un acto que podemos calificar de traición a la patria, negara el apoyo a las fuerzas del ejército del sur propiciando los desastres del Alto de la Alianza y Arica.
Estos ejemplos nos deben llamar a una seria reflexión, porque nos demuestran claramente, que toda la responsabilidad de haber perdido la guerra del pacifico, después de la victoria del dos de mayo, es única y exclusiva del poder político de nuestros gobernantes, por su incapacidad, falta de previsión, por sus rencillas personales y deseos de venganza y poder y no por falta de valor, coraje y patriotismo de los militares encargados de defender a la patria.
Han transcurrido 152 años desde que sellamos nuestra independencia y nos liberamos de la dictadura y cadenas de esclavitud, por lo tanto, resulta pertinente preguntarnos, si el pueblo, ha sabido aprovechar esa libertad, para vivir en paz, con seguridad, libre de amenazas y en un buen nivel de desarrollo.
A lo largo de la historia, podemos comprobar, que no tenemos cadenas de esclavitud, pero seguimos arrastrando cadenas, en la figura de nuevas amenazas, entre las cuales la corrupción en todos los niveles es la más nociva y degradante; sumado al clima de violencia e inseguridad interna, que no nos permite vivir en paz, amenazas que en la actualidad tenemos que enfrentar, bajo un enfoque multidimensional de la seguridad, con participación de todos los sectores, como es el caso del apoyo que brindan nuestras FFAA, para hacer frente a los desastres naturales, en el que de acuerdo a conceptos modernos de la defensa, se prioriza la seguridad humana, antes que la seguridad del estado.
Existen también amenazas de origen externo, como el poder económico de las organizaciones mundiales, la injerencia cada vez más agresivas de Ong´s internacionales autodenominadas defensoras de los derechos humanos, los tribunales internacionales que atentan contra nuestra soberanía jurídica, favoreciendo a las organizaciones terroristas que tanto daño nos han causado, desprestigiando y persiguiendo a los miembros de las FFAA, que se les enfrentaron; ¿será que realmente todavía no somos plenamente libres y soberanos? Es una interrogante que todos deberíamos hacernos, y tratar de encontrar una respuesta.
Debemos ser capaces de reconocer, que los errores políticos y las ambiciones de poder, continúan aún vigentes, reconocer que somos mudos testigos de la liberación de una gran cantidad de terroristas, entre los que está el número dos de sendero luminoso, reconocer como muchos camaradas de armas se encuentran privados de su libertad, por haberse enfrentado a los grupos terroristas, y que ahora sienten el abandono del pueblo y del estado. Resulta interesante preguntarse, ante esta realidad ¿cuáles son las causas de tanta indiferencia de parte de la población?, ¿por qué los gobiernos, no cumplen la ley prevista en nuestra constitución, que los obliga a brindar a sus FFAA, los recursos y medios necesarios para la defensa?
¿la respuesta conocida de siempre es, que no alcanza el presupuesto, sin embargo, podemos ver en todos los medios, como se hace mal uso del presupuesto del estado, por pago de coimas en contratos millonarios y despilfarros de gasto por alquileres de oficinas para el sector público, ¿que deberíamos hacer? Nuestros comandos, exigir el presupuesto que por ley corresponde a las FFAA, nosotros los que estamos en situación de retiro, no debemos callar, cuando se trate de reclamar nuestros derechos o denunciar los abusos, no debemos tener temor, no olvidemos que tenemos el compromiso de seguir el ejemplo que nos dieron los artilleros Vencedores del dos de mayo, de luchar por una causa justa, y debemos cumplirlo.
Somos conscientes que la situación actual, se presenta difícil, el gobierno ha dictado medidas de austeridad, las pensiones recuperadas se están pagando con presupuesto de defensa, hemos avanzado con la compra de material reactivo, pero falta completar equipos, pese a las dificultades, no debemos desmayar en la lucha por incrementar la potencia combativa de nuestras FFAA.
En este día glorioso que simbólicamente, rendimos homenaje a los héroes del combate del dos de mayo, no es mi deseo crear polémica, ante los hechos que desde el nacimiento de la república, son parte de nuestra vida cotidiana; pero sí quisiera hacer una exhortación, invitando a todos a realizar una catarsis, para sacudirnos de la indiferencia y ser agentes generadores de cambio, a fin de lograr que cada vez sea más fuerte la voz, de quienes queremos hacer del Perú, un país unido, integrado, fuerte, solidario; donde la sociedad en su conjunto, dejando de lado las diferencias ideológicas de los partidos políticos, sin distinciones entre civiles y militares, políticos y ciudadanos, gobernantes y gobernados trabajemos en armonía por el progreso, el desarrollo y la seguridad de nuestros pueblos. Somos integrantes de un arma que nace y crece con la patria y que a la vez es un sentimiento, una forma de ser, con una cultura que la hace diferente, especial y digna; cuyos integrantes tenemos el compromiso de promover nuestra integración, y difundir, no solo el mensaje de los valores, virtudes y actos heroicos de nuestros patronos y héroes, sino también algunas reflexiones, para quienes en el devenir del tiempo, con actos de patriotismo y acciones ejemplares, den brillo a los cruzados cañones de nuestro emblema y hagan con su sangre derramada más rojo el vivo de nuestra arma y más vivo el rojo de nuestra bandera.
A los camaradas artilleros con mayor antigüedad, que en algún momento fueron nuestros jefes o instructores, hoy en la madurez de la vida, les rendimos nuestro significativo homenaje, reiterándoles todo nuestro respeto, y reconocimiento, por la nobleza de sus acciones y las lecciones trasmitidas.
A los jóvenes artilleros, integrantes de las nuevas generaciones, los exhorto a superarse permanentemente, para que en el largo camino que tienen que recorrer, contribuyan con su esfuerzo y sacrificio, para que juntos, sigamos haciendo fuerte y grande nuestra institución, para que siempre ocupe el lugar que por derecho y por historia le pertenece.
Camaradas legionarios
En este día glorioso, les pido que me acompañen a dar tres vivas que resuman nuestro sentimiento por la trascendencia del acto heroico que hoy conmemoramos
VIVA LA ARTILLERÍA! | VIVA EL EJERCITO! | VIVA EL PERÚ ¡
El motivo principal que hoy nos convoca, es el de trasmitir, un mensaje de patriotismo, mediante el recuerdo de las valerosas acciones de los bravos artilleros, que con su valor y sacrificio marcaron un importante hito, escribiendo una de las páginas más gloriosas de nuestra historia, al derrotar a las fuerzas enemigas españolas, que pretendían recuperar la colonia, que perdieron en las batallas de Junín y Ayacucho.
En un breve relato y análisis histórico de los hechos, es preciso señalar que, en los días previos al combate, la población estaba indignada, y protestaba por el pago que había aceptado realizar el presidente Pezet, al reino de España, como indemnización por los conocidos incidentes de la hacienda Talambo; actitud que demostraba una absoluta incapacidad política y entreguismo.
Esta situación que causo el repudio de todos los Perúanos; motivó a que el coronel mariano Ignacio Prado, por entonces prefecto de Arequipa, organizara el movimiento “Por la soberanía y dignidad nacional”, y con el apoyo de todos los pueblos, derroco a Pezet, asumió la presidencia, desconoció el pago reclamado por España y se hizo cargo personalmente de la defensa de la patria.
Otro motivo de protesta e indignación por parte de la población fue, cuando el jefe de la escuadra española, amenazo con bombardear el callao. Es en estas circunstancias que el coronel Jose Galvez Egusquiza, quien se desempeñaba como Secretario de Guerra y Marina, asumió la dirección de la defensa del puerto del Callao y organizó una serie de baterías emplazadas de norte a sur, situando los endebles y escasos barcos de guerra al centro del dispositivo. Al mismo tiempo, lejos de amilanarse ante esta cobarde amenaza, la población de lima y el callao se puso de pie, protagonizando la más grande demostración cívico patriótica, de un pueblo, que viendo peligrar su libertad, su dignidad y la soberanía de la patria, se mostró dispuesto a defenderlas, es asi, que hombres, mujeres, empresarios, trabajadores y pobladores de toda condición social, acudieron prestos a colaborar con su ejército defensor.
En esta gesta, se reconoció el liderazgo Perúano y la solidaridad de la región sudamericana ante una amenaza común; por la reacción y muestras de apoyo efectivo, de países como Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Ecuador, que compartían el peligro de perder su libertad y volver a ser colonias de España. Al medio día del 2 de mayo de 1866, se dio inicio al combate, con un con un disparo de la fragata española “Numancia”, seguido del fuego mortal de sus trecientos cañones sobre nuestras precarias defensas, que apenas contaban con cincuenta piezas de artillería. En este desigual combate, el enemigo tenía la fuerza y poder de sus cañones, pero a los defensores de la plaza, les asistía la fuerza de la razón y la justicia, fueron cinco horas de cruento combate, materializado en un impresionante duelo de artillería, en el cual bajo el estruendo de los cañones y el olor al humo de la pólvora, el Crl Jose Galvez se inmortalizó, elevándose a la gloria por la explosión de la torre de la merced, ocasionada por una granada enemiga.
A las cinco de la tarde, todo había terminado, y la escuadra española, aceptando su derrota, comenzó a retirarse de la bahia del Callao, para no regresar jamás. En esta épica jornada, la victoria, fue el epilogo de la lucha por la independencia, no solamente del Perú sino de la América entera.
Posteriormente, como un homenaje, al sacrificio y valor de aquellos bravos artilleros se instituyó el dos de mayo, como el “dia de la artillería del Ejército del Perú”, designándose al Coronel Jose Joaquin Inclan como su patrono.
Señores:
Cada año, cuando nos congregamos para rendir homenaje a los defensores del puerto del callao, nos sentimos invadidos por una gran emoción, que aviva nuestro sentimiento patriótico, nos impulsa y compromete a seguir el digno ejemplo de aquellos valientes artilleros, que no dudaron en ofrendar su vida en defensa de los sagrados intereses de la patria; pero también, nos invita a reflexionar sobre lo que paso después de esta victoria.
Es en este contexto que, aplicando el pensamiento crítico, y reflexivo debemos analizar si todo el esfuerzo y sacrificio demostrado, fue realmente valorado y reconocido por el pueblo y las generaciones que los sucedieron hasta la fecha, si estábamos preparados políticamente para conducir nuestro propio destino y si los gobernantes que hemos tenido, han hecho buen uso de la libertad. Una interrogante que me viene a la mente es ¿Cómo es posible que el ejército, después de haber tenido el apoyo del pueblo Perúano y apoyo solidario de la región, para vencer a un enemigo que tenía superioridad de fuerza?, apenas catorce años despues, perdimos la guerra del pacifico, la respuesta tal vez nos cause indignación.
A la luz de la historia tenemos algunas respuestas.
Sucedió que por la inestabilidad política de la época, y permanente crisis económica, habían continuas sublevaciones, y luchas internas por el poder, en gobiernos de muy poca duración en los que los gobernantes estaban empeñados en usar las fuerzas, para evitar ser derrocados. Es así, que en los años previos a la Guerra del Pacifico, el presidente Manuel Pardo y Lavalle tuvo la nefasta decisión política, de reducir nuestro ejército de línea a menos de 3,000 efectivos que fueron empleados para develar los 35 levantamientos que hubieron contra su gobierno; así mismo, por la crisis económica, redujo las compras de armamento y anuló las compras de dos naves blindadas; afirmando que no eran necesarias porque tenía dos poderosos blindados y ellos eran su alianza secreta con Bolivia y la Argentina, es decir degradó a su mínima expresión nuestra capacidad para la defensa nacional; mientras que chile realizaba una carrera armamentista con miras a llevar adelante su política expansionista.
Otra nefasta decisión política que contribuyó, a perder la batalla de Arica estando en plena guerra con chile, fue la cuestionable decisión, del presidente Mariano Ignacio Prado, que viajo a Europa, para agilizar la adquisición de unidades navales, Atribuyéndosele el haberse llevado el dinero, que había sido reunido mediante colecta popular para tal fin; dejando como presidente provisorio al anciano general Luis La Puerta.
Esta situación fue aprovechada por Nicolás de Piérola para rebelarse y autoproclamarse presidente, en plena campaña contra el vecino del sur, Piérola fue conocido como permanente conspirador, que vivió muchos años en chile; tenia rivalidad con el jefe del ejército del sur, contralmirante Lizardo Montero, por haberlo derrotado en uno de sus tantos levantamientos, esta rivalidad política, hizo que en un acto que podemos calificar de traición a la patria, negara el apoyo a las fuerzas del ejército del sur propiciando los desastres del Alto de la Alianza y Arica.
Estos ejemplos nos deben llamar a una seria reflexión, porque nos demuestran claramente, que toda la responsabilidad de haber perdido la guerra del pacifico, después de la victoria del dos de mayo, es única y exclusiva del poder político de nuestros gobernantes, por su incapacidad, falta de previsión, por sus rencillas personales y deseos de venganza y poder y no por falta de valor, coraje y patriotismo de los militares encargados de defender a la patria.
Han transcurrido 152 años desde que sellamos nuestra independencia y nos liberamos de la dictadura y cadenas de esclavitud, por lo tanto, resulta pertinente preguntarnos, si el pueblo, ha sabido aprovechar esa libertad, para vivir en paz, con seguridad, libre de amenazas y en un buen nivel de desarrollo.
A lo largo de la historia, podemos comprobar, que no tenemos cadenas de esclavitud, pero seguimos arrastrando cadenas, en la figura de nuevas amenazas, entre las cuales la corrupción en todos los niveles es la más nociva y degradante; sumado al clima de violencia e inseguridad interna, que no nos permite vivir en paz, amenazas que en la actualidad tenemos que enfrentar, bajo un enfoque multidimensional de la seguridad, con participación de todos los sectores, como es el caso del apoyo que brindan nuestras FFAA, para hacer frente a los desastres naturales, en el que de acuerdo a conceptos modernos de la defensa, se prioriza la seguridad humana, antes que la seguridad del estado.
Existen también amenazas de origen externo, como el poder económico de las organizaciones mundiales, la injerencia cada vez más agresivas de Ong´s internacionales autodenominadas defensoras de los derechos humanos, los tribunales internacionales que atentan contra nuestra soberanía jurídica, favoreciendo a las organizaciones terroristas que tanto daño nos han causado, desprestigiando y persiguiendo a los miembros de las FFAA, que se les enfrentaron; ¿será que realmente todavía no somos plenamente libres y soberanos? Es una interrogante que todos deberíamos hacernos, y tratar de encontrar una respuesta.
Debemos ser capaces de reconocer, que los errores políticos y las ambiciones de poder, continúan aún vigentes, reconocer que somos mudos testigos de la liberación de una gran cantidad de terroristas, entre los que está el número dos de sendero luminoso, reconocer como muchos camaradas de armas se encuentran privados de su libertad, por haberse enfrentado a los grupos terroristas, y que ahora sienten el abandono del pueblo y del estado. Resulta interesante preguntarse, ante esta realidad ¿cuáles son las causas de tanta indiferencia de parte de la población?, ¿por qué los gobiernos, no cumplen la ley prevista en nuestra constitución, que los obliga a brindar a sus FFAA, los recursos y medios necesarios para la defensa?
¿la respuesta conocida de siempre es, que no alcanza el presupuesto, sin embargo, podemos ver en todos los medios, como se hace mal uso del presupuesto del estado, por pago de coimas en contratos millonarios y despilfarros de gasto por alquileres de oficinas para el sector público, ¿que deberíamos hacer? Nuestros comandos, exigir el presupuesto que por ley corresponde a las FFAA, nosotros los que estamos en situación de retiro, no debemos callar, cuando se trate de reclamar nuestros derechos o denunciar los abusos, no debemos tener temor, no olvidemos que tenemos el compromiso de seguir el ejemplo que nos dieron los artilleros Vencedores del dos de mayo, de luchar por una causa justa, y debemos cumplirlo.
Somos conscientes que la situación actual, se presenta difícil, el gobierno ha dictado medidas de austeridad, las pensiones recuperadas se están pagando con presupuesto de defensa, hemos avanzado con la compra de material reactivo, pero falta completar equipos, pese a las dificultades, no debemos desmayar en la lucha por incrementar la potencia combativa de nuestras FFAA.
En este día glorioso que simbólicamente, rendimos homenaje a los héroes del combate del dos de mayo, no es mi deseo crear polémica, ante los hechos que desde el nacimiento de la república, son parte de nuestra vida cotidiana; pero sí quisiera hacer una exhortación, invitando a todos a realizar una catarsis, para sacudirnos de la indiferencia y ser agentes generadores de cambio, a fin de lograr que cada vez sea más fuerte la voz, de quienes queremos hacer del Perú, un país unido, integrado, fuerte, solidario; donde la sociedad en su conjunto, dejando de lado las diferencias ideológicas de los partidos políticos, sin distinciones entre civiles y militares, políticos y ciudadanos, gobernantes y gobernados trabajemos en armonía por el progreso, el desarrollo y la seguridad de nuestros pueblos. Somos integrantes de un arma que nace y crece con la patria y que a la vez es un sentimiento, una forma de ser, con una cultura que la hace diferente, especial y digna; cuyos integrantes tenemos el compromiso de promover nuestra integración, y difundir, no solo el mensaje de los valores, virtudes y actos heroicos de nuestros patronos y héroes, sino también algunas reflexiones, para quienes en el devenir del tiempo, con actos de patriotismo y acciones ejemplares, den brillo a los cruzados cañones de nuestro emblema y hagan con su sangre derramada más rojo el vivo de nuestra arma y más vivo el rojo de nuestra bandera.
A los camaradas artilleros con mayor antigüedad, que en algún momento fueron nuestros jefes o instructores, hoy en la madurez de la vida, les rendimos nuestro significativo homenaje, reiterándoles todo nuestro respeto, y reconocimiento, por la nobleza de sus acciones y las lecciones trasmitidas.
A los jóvenes artilleros, integrantes de las nuevas generaciones, los exhorto a superarse permanentemente, para que en el largo camino que tienen que recorrer, contribuyan con su esfuerzo y sacrificio, para que juntos, sigamos haciendo fuerte y grande nuestra institución, para que siempre ocupe el lugar que por derecho y por historia le pertenece.
Camaradas legionarios
En este día glorioso, les pido que me acompañen a dar tres vivas que resuman nuestro sentimiento por la trascendencia del acto heroico que hoy conmemoramos
VIVA LA ARTILLERÍA! | VIVA EL EJERCITO! | VIVA EL PERÚ ¡
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